En la mujer picantera, queremos rendir un
sentido homenaje a la mujer y madre peruana, por el día internacional de
la mujer….
Debemos
recordar en principio que la Picantería fue en principio la casa, el hogar, que
la mujer, la madre abría sus puertas, para ofrecer alimento y bebida
al viajero, al caminante, al trabajador a los que debían y que
querían descansar en su caminata y retozar saboreando chicha y piqueos. La
mujer generaba ingresos económicos con la venta de sus platos para la
mantención de los hijos. Es la mujer
picantera la fundadora de los sabores basales constitutivos de las cocinas
regionales del Perú, base
hoy de la llamada cocina moderna y todas sus variantes, y que hoy ocupan
protagónicamente los cocineros varones, sin recordar -ni honrar muchas veces-
la herencia que han recibido. No hay modernidad sin tradición, y si esta
modernidad es hoy importante, es por lo que hemos heredado en la cocina de
nuestras madres mujeres picanteras.
Las
mujeres picanteras han tenido como rol histórico el de mantener la
memoria y el conocimiento de su cocina, herencia invalorable de sus madres y
abuelas.
Olvidarlas ha sido negarlas. Hoy
que se habla de emprendimientos de participación, como novedad, sin embargo se
desconoce, y allí están los archivos en fuentes escritas, que a inicios del S. XX
la mujer chichera y picantera, al frente de su picantería, han aportado con el
impuesto que tributaban al Estado al fisco, por la venta de la chicha, y con
esa contribución económica, se han construido gran parte de las llamadas
grandes unidades escolares en el Perú, caso de Piura, Lambayeque, La Libertad,
Arequipa, Cuzco, espacios de educación, emblemáticas en las regiones; pero esta
información han quedado registrados en los pocos archivos que se han
encontrado, y no en el conocimiento ni en el imaginario de los
estudiantes, ni de la de la población, en la mismas regiones donde están
las picanterías, porque sencillamente, no interesa difundirlo en la cultura
oficial, por ser contribución de mujeres entre otras razones.
No puede haber peruano que no honre y
se conmueva de reconocer la entrega, el aporte fundacional de la mujer
chichera y/o picantera en los sabores que hoy son el orgullo de identidad
de la peruanidad.
Isabel Álvarez Novoa
No hay comentarios:
Publicar un comentario